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¿Cuántos clubes piensan en el ascenso en el torneo del Interior?

Independiente MC Cazón inicia este fin de semana su camino en el torneo del Interior. Los dirigentes rojos están trabajando seriamente y haciendo un gran esfuerzo en lo económico. Deportivo, otro de los equipos que había anunciado su participación, no podrá hacerlo, por obvias razones económicas.

Precisamente los azules saben que son un club "taquillero" para el TDI, pero su experiencia en el pasado, que incluye inolvidables días de gloria en la faz futbolística, lo hacen meditar más de una vez a la hora de pensar en la situación financiera del club.

Si bien la participación de los clubes en el TDI no deja de ser una satisfacción en lo deportivo, tanto para la institución como para los jugadores, desde lo económico la cosa cambia y allí los dirigentes deben usar al máximo el ingenio para que les permita pasar sin sobrasaltos las primeras rondas clasificatorias, sin generar una deuda importante. En realidad, es un fenómeno extraño que sólo puede darse en el fútbol. Por un lado, la imposibilidad económica de la mayoría de los clubes del interior para encarar este tipo de proyectos y por el otro, la necesidad deportiva de afrontar una competencia que sin dudas está enmarcada en otro nivel fútbolístico y que fortalece a los jugadores e instituciones; hablando, claro está, en el plano deportivo.

Cuántos de los cientos del clubes del torneo del Interior entran en el certamen con la firme intención de ascender de categoría. Muy pocos, apenas un puñado de clubes de ciudades con una densidad de población que roza en los 100.000 habitantes. Ha sucedido, como hace poco tiempo atrás con Fútbol Club Tres Algarrobos o Argentino de 25 de Mayo, que lograron el ascenso, pero luego entre las exigencias de la AFA, los gastos del Argentino B y la necesidad de armar un equipo para una competencia superior, hace imposible mantenerse en una categoría más arriba. En una palabra, financieramente es imposible sostener al equipo en una categoría superior, salvo raras excepciones, como los son los clubes de Lincoln, por ejemplo.

Entonces la pregunta es ¿porque cada año cientos de clubes se embarcan en esta ilusión, sabiendo que cuanto más corto sea el camino, mejor será para la institución? La respuesta quizás habrá que buscarla por el lado de la pasión que sólo genera el fútbol. Quizá algún día, desde la AFA, comprendan la real situación de miles de clubes del interior, que sin dudas compiten en una desleal situación económica con el resto y no tienen la oportunidad de crecer futbolísticamente. Mientras tanto, la Casa Madre del fútbol argentino se contenta con recaudar millones de pesos, mirando exclusivamente a las instituciones de primer nivel.

Este fin de semana se pondrá en marcha la ilusión de millones de hinchas del país, pero -paralelamente- comenzará el martirio para los dirigentes que deberán hacerle frente a las distintas dificultades propias de un torneo de esta categoría. Es que los tiempos que corren, con escasez de divisas y bolsillos flacos, requieren un serio análisis y proyección responsable de gastos.

Afrontar la etapa clasificatoria le demandará a cada equipo un gasto estimado entre 25 y 30 mil pesos, si se contempla cada uno de los gastos que requiere la competencia. En esa fase la mayoría jugará seis partidos; tres en condición de local y tres de visitante, excepto en las zonas de tres donde se jugarán cuatro encuentros, según el análisis realizado por el diario El Norte.

Todo equipo que afronte el torneo del Interior tendrá gastos adicionales propios de la competencia y, sin tener en cuenta el pago del cuerpo técnico y de jugadores, los números se incrementan de manera considerable.

Según estimaciones de nuestro colegas del Junín, la primera etapa clasificatoria demandará entre 25.000 y 30.000 pesos de gasto, que incluyen seis partidos, tres en condición de local y tres de visitante.

Para jugar de local, cada club se estima que tendrá una erogación mínima de 2.990$, de los cuales 1.260$ corresponden a la terna arbitral (960 pesos de arancel y 300 pesos de viáticos), 250$ por alojamiento de los jueces y 320$ de aporte para la Liga local, de los cuales el 30 por ciento se destina a la Federación. A ello se le debe incorporar los 590$ de canon fijo para el Consejo Federal, 450$ de seguro de espectador (correspondiente a 150 personas) y 120$ por control antidoping; lo que debe ser abonado obligatoriamente, aún sin que se realice ese examen.

Para la segunda fase, el gasto asciende a unos 3.810$, debido al incremento de los distintos conceptos como aporte al Consejo Federal ( 590 a 850 pesos), a la Liga ( 320 a 390 pesos), control antidoping ( 120 a 160 pesos), viáticos ( 300 a 600 pesos) y seguro de espectador ( 300 a 600 pesos), entre otros, lo que obligará a convocar a unos 200 espectadores, según el diario El Norte.

Los gastos que cada club tendrá en condición de visitante dependen, lógicamente, de la cantidad de kilómetros que deban transitar para afrontar su compromiso. Pero estimativamente el promedio ronda entre los 1.500 y 2.000 pesos por partido, siempre teniendo en cuenta la calidad del vehículo que transporta al plantel.

Basta con pensar en el costo de la indumentaria deportiva oficial, ropa de entrenamiento, adquisición de botines, pelotas, ambulancias y médicos.

Y si el club está esperanzado en valerse de la recaudación de local para cubrir dicho monto, deberán venderse unas 1.500 entradas generales (500 por partido) para cubrir la participación en esta etapa. Estos datos y necesidades son comunes a todas las instituciones del país. Así lo revelan los colegas de Centro, Norte y Sur del país que siguen peleando para ver crecer a sus equipos.

Pehuajó no es la excepción. Quizá en el futuro habrá que trabajar con un proyecto en común, que reuna a las instituciones, la Liga y Gobierno municipal. Por ahora pareciera ser una de las mejores alternativas para seguir participando seriamente en este tipo de torneos.

Fuente. Diario Noticias.